Un día cualquiera en un supermercado cualquiera, Mery escuchaba cómo una madre le decía a su hijo: “si  mientes y no eres bueno por la noche te va a llevar el hombre del saco”. Al día siguiente me lo contaba y juntas veíamos la importancia de escribir un post sobre esto.

Y es que esta expresión tiene muchos “peros”, “contras” y no hay por dónde encontrar el “pro”.

¿Dónde queda la #saludmental de este niño? ¿Cómo estará la de sus padres? ¿Su impaciencia o falta de autocontrol puede justificar que banalicen el miedo?

*En este post que nació con una pequeña “historieta” os damos  algunos #consejos que esperamos que os sirvan de ayuda para conseguir #niñosfelices y #personascompletas.

Usar al hombre del saco con los niños es un error.

El miedo forma parte del proceso evolutivo del niño y por ello necesita que le demos herramientas para afrontarlo con seguridad.

¿Quién es el hombre del saco y a qué viene?

• Es un trauma de por vida.
• Viene a generar inseguridades y miedo.
• No educa desde el respeto y confianza sino desde la autoridad mal entendida y aplicada.
• ¿Es por su bien o por tu comodidad?

Miedo=enemigo

Asociar el miedo con la puesta en práctica de establecer límites (sanos y necesarios) provocará un decrecimiento en la construcción de la autoestima de tu hijo.

• Usar el miedo para corregir genera una pérdida de confianza grande
• Afecta a su desarrollo emocional y social.
• Bloquea su aprendizaje.

¿Cómo le ayudo?

• Desarrolla un sentimiento de seguridad y protección.
• Construye una buena comunicación.
• Práctica la escucha activa y empática.

Toda batalla acontecida en los pasillos de los supermercados debería ser aplaudida por el resto de personas que la contemplan, o al menos “librarse” de la crítica social a la que se expone hoy en día a los padres “Mire a su hija, eso es porque su madre…” Si tienes suerte y te hablan de usted…

Ninguna persona es mejor que otra, por muy equivocada que esté.  La tarea de ser padres lleva consigo la responsabilidad de enseñar a los hijos que no podemos juzgar lo que los demás hacen.

Tampoco puedes machacarte por no hacerlo a la perfección (o al menos como te hubiera gustado). Eso no quiere decir que evites reconocer tus errores. Humildad, realismo y recomenzar con alegría renovada poniendo los medios que sean necesarios.

Hijos y padres que progresan y aprenden. Tu hijo está aprendiendo, pero recuerda que tú también. ¿Qué mejor que hacerlo juntos? Aprender los unos de los otros. ¡Qué situación tan maravillosa se daría para un desarrollo óptimo de la persona!

Como siempre decimos… #SOLOunDIAaLAvez

*Una sección en la que os damos algunos consejos sobre #saludmentalinfantil #emociones #virtudes

¡Nos vemos en la próxima!👋🏻

@educandonosbonito @la_clase_de_beves